Le costó lágrimas verme aparecer con un árbol de Navidad que no era el suyo, tan alto, tan verde, tan tradicional.
Le gusta la seguridad y el orden.
Es tímido y algo callado, aunque empieza a despuntar.
Está empezando a ver la vida con otros ojos pero yo le sigo viendo con los mismos.
Ayer disfrutó mucho, aunque no fuera mi mejor día.
Te debo un cumpleaños, mi bebé.
Hoy, para Alonso, este árbol verdadero y la manera en cómo llegó a ser verdadadero
{gracias Bego por descubrirme este tesoro}
mart a.
mañana “Quedamos” y os enseño nuestro árbol, os parece?