(digamos que para aglomeración, otras)
Pero otra barra libre que triunfó, sin duda alguna, fue la de puros.
Un rincón que estaba lleno incluso antes de terminar de montarla.
Oye, que me vi rodeada de hombres vestidos de gris en un momento.
(vale, no me he visto en otra igual. Así que unas fotillos como buenamente pude y salir corriendo)
El Cigar Corner (o zona de fumadores) fue una petición exclusiva de Pedro, cuñado de los novios y experto en el tema. Un rincón donde obsequiar de su parte a todos los invitados con algo que él valora y aprecia. Era un gusto verle en el ritual del encendido del puro, su atención y concentración, su paciencia y sus explicaciones cuando así se requerían.
Y con una palabra que lo define todo: respeto.
mart a.
mamadiceyyodigo says
Sencillamente enamoradas de tu blog… hemos estado dando una vuelta y todo respira tanta paz y belleza que ya vemos el día de otro manera…
Su says
nunca he fumado y la verdad no me gusta que lo hagan en mi presencia, pero resultan todos ellos super tentadores verdad?no se si es el traje o el puro……
Chus says
Madre mía, no faltó detalle en esta boda. Muy bonito y original el detalle del cuñado y como no, montado con muchísimo gusto por ti. Besos.