Que el otoño me gusta, pero tampoco le hago ascos a recordar aquellos días de verano…
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Una de las playas más cercanas a nuestra casa estaba en Adraga, un pueblito pintoresco muy cerca de Sintra.
Una playa no muy grande, muy tranquila y con grandes olas que de repente se adentraban en la orilla pillando desprevenidos a todos los que se encontraban más cerca del mar…
Uno de mis deportes favoritos durante esos días fue practicar el Watching Guiri Running.
Botellin en mano.
Y comer percebes de las rocas.
A veces la relajación llega a límites insospechados.










mart a.
(Y conste: esa ninfa dorada no soy yo)
¡¡¡¡¿¿Comer percebes ce las rocas??!!!! Eso si que es un planazo.. me apunto!
qué bien recordar días de verano…
Pero como los percebes gallegos… ja!!
preciosas las fotos.
♥♥♥
Has dicho botellín en mano? tu eres de las mías, ja, ja, ja. Besos.