A Andrea la conocí hace mucho tiempo y fue de manera curiosa…
Desde el primer momento me cautivó.
No sabría decir, pero ella es así.
Tiempo después las circunstancias nos acercaron un poco más y por eso siento que ocupa un lugar privilegiado en mi agenda de imprescindibles de la vida, esos que están ahí aunque no te veas ni hables, ni falta que hace.
Ese día acudí de amarillo, en plan solidaridad, emocionada.
Y salí emocionada y me emocioné muchas y variadas veces.
Fue una fiesta amarilla, familiar, tranquila, sencilla…
Andrea te hace sentir única, especial. Casi imprescindible. Sin pago a cuenta. Todo acompañado de su mirada, su movimiento, su voz, su sonrisa iluminante, su fuerza interior.
Eso es el ESTILO, más allá de una buena combinación de tejidos o de un postureo con sonrisa de oreja a oreja.
Su libro (le defino como un “incunable” álbum ilustrado de estilo) no podía reflejar otra cosa. Menos es más, porque con muy poco se puede decir mucho.
Y si te hace pensar y te hace sentir que eres especial y única, como me ha pasado a mí, el objetivo está servido.
A qué huele el estilo?
No sé muy bien a qué, pero sí que se palpa a la legua.
Muchas veces con la mirada.
Algunas veces con la palabra.
Pocas, pocas veces, con el corazón.
Y si lo palpas y no te equivocas, y no te defrauda,
te hace muy muy feliz.
mart a.
esta vez con chistera