Escondida detrás de una ventana pude hacerle unas pocas fotos a M. Espectacular ella, con su coleta morena y el detalle de crochet en el pelo y su vestido de corte griego con un broche en forma de hoja dorado cerrándolo.
Nos gustó mucho, muchísimo.
Y escondida detrás de la ventana me di cuenta de que no había hecho ninguna foto al bodegón que monté en la chimenea que presidía la entrada con el retrato de la Reina Cristina de Borbón-dos Sicilias.
Así que un par de cliks escasos y malos (me arrepiento ahora enormemente de no sacar un rato para hacer algunas medianamente decentes, porque te metes en el proceso y te olvidas de lo que permanece).
Viéndolo ahora armonizaba estupendamente con el asunto griego: un bodegón de vasijas de hierro forjado con bolas de paniculata y musgo (gracias Miguel, florista de la Fundación por preparármelos tal y cómo quería). Cuencos de barro óxido para las velas y tarros de cristal con cardos.
Un toque rústico-neoclásico (concepto que no sé si existe como tal, pero ahí queda).
En el jardín se sirvió el cóctel de bienvenida y las mesas se vistieron en azul turquesa, coral y verde pistacho. Colores que me sirvieron de base para elaborar la decoración de la zona de niños. Un espacio donde jugaron, descansaron y dónde la Chef Sandra (perdón Sandra, pero no recuerdo tu apellido!) les preparó un catering espectacular a base de especialidades delicatessen infantiles.
A los niños creo que les gustó, pero en lo que tuvimos que empeñar nos con ahínco fue en sujetar a los mayores para que no entraran en esa zona y arrasaran.
mart a.
El lunes os enseño los detalles que les pusimos a los niños de bienvenida.
El día 22 de junio se casaron M&E y lo celebraron en Madrid, en la Quinta de La Muñoza. Un lugar precioso que hace años fuera hogar de la Reina Cristina de Borbón-dos Sicilias y que ahora es parte de la Fundación Pardo Valcarce, cuya labor es la de formar e integrar a chavales discapacitados y donde se realizan todo tipo de eventos.
¿Y cómo fue que llegamos hasta allí y la liamos?
Pepa, la hermana de la novia, (y un hacha en lo suyo: mirad aquí!) se puso en contacto conmigo hace ya más de un año para que le preparase la fiesta “con un par” del 40 cumpleaños de su marido. Y no habíamos vuelto a tener contacto hasta que hace unos meses recibí un mail suyo preguntándome si podía hacer algo especial para M&E.
Me hizo una ilusión tremenda porque eso suponía primero que confiaba en mí, porque trabajar con ella es fácil y especial y porque además eso suponía ampliar horizontes…
Pues la respuesta, aun sabiendo que salir de casa suponía dar un paso cuantitativo considerable, fue inmediatamente un SÍ.
Fue un día único, dónde no sólo todo estaba precioso, si no que nos hicieron sentir como de la familia, trabajamos con todas las comodidades y disfrutamos de un día de boda único.
Sólo palabras de agradecimiento para los responsables de que todo funcione allí…Increíbles!