Pues poco después de ese 20 de octubre me llamaron para decirme que los cámaras(estupendos por cierto) que habían realizado el vídeo de ese día les citaron en el Castañar del Tiemblo para hacerles una post boda.
Allá que me fui con ellos.
Fue una tarea larga, desde por la mañana tempranito hasta que se puso el sol, el día era frío y húmedo como podéis apreciar…
Pero ellos no perdieron la sonrisa ni protestaron una sola vez.
Hicieron todo lo que les mandaron encantados de la vida…
Yo me dediqué a hacerles fotos…
Y a lanzarles hojas!!
Os dejo con algunas de esas fotos y el vídeo que salió de aquella maravillosa mañana de otoño
Y quedamos por proponer reto Paula {holamama} y una servidora.
Pues me toca.
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Podría contaros que anoche eran casi las tres de la mañana y seguía buscando la RECETA.
Sabía lo que quería y lo encontré a la primera…
Pero fue empezar a navegar por algunos de los blogs que más me gustan de cocina y dejarme llevar…
A cada paso, cada receta me parecía digna del mejor reto.
Hasta que me dije…basta.
Mañana por la mañana tendrás la solución.
Y así ha sido.
Debo de haber estado toda la noche pensando en el Club, ellas, con sus peculiaridades, sus estilos, sus vidas…
Y puedo deciros que tras cada nombre de blog hay una persona real, con su día a día…
Que ponen todo su esfuerzo en aportar su grano de arena para que el engranaje funcione, que los días amanezcan para muchos con más color, que soportan impertinencias injustas con entereza y diplomacia, que trabajan y se esfuerzan, que encuentran tiempo para escucharte y empujarte, que siempre piensan en que hay proyectos dignos de poner en marcha, aviones que coger, kilómetros que recorrer, que de mañana están ahí con un “mornig girls” y al final del día se despiden ya muy de madrugada siempre con un beso de buenas noches…
Y que cada día dan lecciones de por qué no hay que rendirse, que la fuerza es lo que empuja y que cuanto más miedo, más hay que atreverse…
Así que al despertar, ya sabía que la receta que yo pensaba desde el principio poner iba a ir directa.
Algo que no puede ser más fácil, que se hace con uno de los aparatos más temidos por mí en la cocina, la manga pastelera, que he hecho mil veces y que NUNCA me sale.
Lo que se dice poner en práctica una vez más este lema que tanto me gusta:
HAZ LO QUE TEMAS
Así que Club…
Este reto va para todas:
Pensad en lo que más temáis, esa receta que os encantaría saber hacer y no os atrevéis, en esa que siempre se os resiste, en esa que hace la cuñada y queréis superar…
Y, como siempre, valor!
Yo os dejo con la cosa más simple del mundo y que lleva tomándome el pelo desde que tengo uso de razón.
A ver si de esta vez por todas!
Y si veis que no se os ocurre nada os dejo mi temor y lo comparto.
En el bol ponemos las claras
y las batimos hasta que adquieran un tono blanco y espumoso
Ir añadiendo la vainilla y el azúcar poco a poco
Continuamos batiendo a
velocidad alta hasta que adquieran una textura firme brillante y
formen picos
(como espuma de afeitar)
Pasar el merengue con la ayuda de
una espátula a una manga pastelera
Aquí llega entonces el momento ohhhhhh!!! para mí.
Sobre una una
bandeja de hornear poner papel sulfurizado
Se hacen pequeños
montoncitos separados unos de otros unos 3 centímetros.
Espolvoreamos con la ayuda de un
colador la frambuesa en polvo o cacao, o nada a falta de algo y lo introducimos en el horno precalentado a 90º durante 1 hora.