MARISA & EDUARDO
Pepa hace años me llamó para encargarme la fiesta del 40 cumpleaños de su marido. Dos años después me sorprendió con un nuevo reto… Se casaba su hermana y contaban conmigo. Y para mí fue…¡La Gran Boda!. Celebrada en Madrid y con 400 invitados supuso la prueba de fuego para salir de la zona a la que estoy acostumbrada. Disfruté mucho porque cuando se trabaja con una familia de gente maja no puede salir de otro modo.
De esa gente que, de repente pero poco a poco, pasa a estar en tu lista de amigos para siempre.
(por cierto, Pepa dos años después me llamó para hacerme cargo de la comunión de su hijo pequeño…es eso confianza, o no?. Pero esa, es otra historia).